¿No me entiendes?

martes, 17 de septiembre de 2013

Nuevas escuelas de Pensamiento Economico: Madmaxismo y Lonchafinismo.

En estos tiempos de crisis económica brutal ha aparecido nuevas corrientes de pensamiento en el campo económico que vienen a complementar a las estudiadas anteriormente (liberalismo, mercantilismo, marxismo, ideas keynesianas, neoliberalismo, etc…) y, además, están consiguiendo incrementos importantes en el número de adeptos que siguen sus consignas.

La primera de ellas es el MADMAXISMO. Consiste en prepararse para el caos total o MAD MAX (como la película de Mel Gibson), acaparar cualquier tipo de bien o material, a los que se sacará alguna utilidad como el consumo o venta o trueque, y conseguir los conocimientos necesarios para la supervivencia en el MAD MAX. Os pongo una definición que he sacado de un foro:

“Madmaxista: Dicese del individuo que influenciado por las noticias negativas o bien porque posee conocimientos que la gente normal desconoce, se prepara para el Mad Max, colapso económico social o barbarie, que según los teóricos está a la vuelta de la esquina. El madmaxista es un acaparador de bienes (placas fotovoltaicas, armas, munición, contador Geiger, combustible, herramientas, huertos, tierras, casa en el campo, etc) y de conocimientos (agricultura, supervivencia, primeros auxilios, etc). Su moneda de intercambio es el Latún (lata de atún), porque se cree que será la moneda del futuro (ya que los alimentos es lo único que necesita el ser humano para vivir) y además el latún se puede conservar y no se ve afectado por el paso de los años. El madmaxista avanzado, acumula oro y se desprende de cualquier bien que en los tiempos de Mad Max carecerán de valor, como es el dinero.”

Ahí es nada el asunto. Os dejo enlace al foro de “burbujistas” donde se acuño el término (hay un post impresionante de ALDONO de fecha 13-12-2011 donde explica como surgió esta corriente anti-burbuja.) Visitadlo y fliparéis.

La segunda corriente tiene bastantes más seguidores (aunque ellos no lo sepan) y se denomina LONCHAFINISMO. Todo comenzó así:

“Os cuento, acabo de volver del alcampo (auchan para otros) y me ha llamado la atención, mientras hacia cola en la charcutería (por cierto no he visto tios/as mas lentos/as despachando en mi vida, el que compre en la vaguada lo sabrá), que la frase contestación mas repetida a la pregunta ¿como lo quiere, normal o fino? la respuesta era fino, no, mejor muy fino. Os juro que he visto las lonchas de york y de serrano más finas de mi vida, algunas se rompían, sin hablar que eran totalmente transparentes, con que con 200 grs sacaban el doble de lonchas que las normales. Por último además, la gran mayoría usaba el truco ese de dame 200 pero que no esté salao, y con la tontería todo el mundo se llevaba una loncha por la cara, pa probar
Repito igual estoy obsesionao, pero llevo comprando aqui 3 años y nunca había notado que este comportamiento fuera el general. Me da a mí que la peña esta bastante más axfisiada de lo que parece. Pena de país!” ( forero Chelimo, www.burbuja.info, 16/11/2006).

Para mayor información, os enlazo el tema originario y definitorio. Tiene, en el momento de editar esta entrada, 22 páginas y 214 post así que tomadlo con calma pero no os lo perdáis, es un 5 estrellas.

Según esto, lonchafinista es aquel que intenta ahorrar el máximo en base a reducir cualquier tipo de gasto superfluo o no imprescindible. El lonchafinista no se plantea comprar un coche barato, se plantea si es necesario tener coche, aprovecha absolutamente todos los cupones descuento, cualquier tipo de promoción 3x2 o 4x3, pide que le quiten el plástico al chorizo cuando se lo pesan, incluso es capaz de plantar lechugas en botellas de coca-cola y su máxima es “va a consumir su puta madre”. Es este momento se lleva la versión “necesidad acuciante”. El Lonchafinismo llevado al extremo se convierte en Madmaxismo. Para amenizar os dejo otro post genial sobre esta corriente (preparaos que es largo).

(Otro día explicaré nuevos términos acuñados como pepito, tapayogurismo, casapapi, cuencoarrozismo, yatelodeciayoista, hostiapequeñista o nuncabajista).


viernes, 13 de septiembre de 2013

Me he echado al monte con mi vieja cabra.

Cosas de la edad. Como mi bisagra izquierda, léase rodilla, no esta por la labor he tenido que dejar el partido de futbito que, semanalmente y respetando las vacaciones, jugaba los miércoles desde hace unos 7 u 8 años.  Así que, ante los sabios comentarios de mi señora sobre nosequé tableta de chocolate y alguno sobre el síndrome del “pecho caido”, he rebuscado en mi trastero mi vieja cabra y con buen ánimo me he echado al monte. Así como suena.

Mi cabra, que la próxima primavera cumplirá 20 tacos, es una bici BH TOP LINE Alu 250 sin suspensión (ni delantera ni trasera, vamos que es rígida), con cuadro de aluminio, grupo Shimano Alivio de 21 velocidades y frenos cantilever totalmente obsoletos hoy en día. Vamos, que es de esas bicis que ya no se ven. Aun así a mi me va bien con ella y me ha acompañado durante este tiempo tanto en el Camino de Santiago allá por el 94, como en paseos con mis hijos durante las escapadas de las vacaciones de bastantes Semanas Santas.

Os cuento. Me planteé hacer recorridos por los caminos cercanos a mi domicilio de entre hora y cuarto y dos horas de duración tres días por semana, mientras el tiempo acompañe claro está. La primera semana resulto bastante espantosa. Me preparé un recorrido de unos 12 km saliendo de San Adrián y tirando hacia arriba camino del Pagasarri y mientras iba por llano bien pero en cuanto se inclinaba (y esto esta bastante inclinado) tenía que poner pie en tierra. Hacía mas kilómetros andando (con los pies, ya sabéis; primero uno y luego otro) que montado en la pobre cabra. Del culo mejor ni hablamos, parecía recién salido de una orgía en Chueca el Día del Orgullo Gay (sonrisa arcoíris, por favor) y a la vuelta a casa el cuerpo se ralentizaba de tal forma que parecía flotar.  

Como veía que el tema no resultaba opté la segunda semana por cambiar el recorrido y ampliar la distancia para ir subiendo en metros de desnivel. Así que opté por bajar por Rekalde hasta Basurto y subir hacia Kobetas, luego el monte Arraiz para coger el camino del Pagasarri hasta la zona de mesas del Gangoiti (la caseta del guarda) y, finalmente, bajar recto por el camino hacia San Adrían. Esto ya funcionó mejor, aunque seguía sufriendo como un perro en las cuestas, porque al comenzar los mayores desniveles iba más “entonao” y también porque vas cogiendo ese punto de regulación del esfuerzo que los primeros días no tenía, además de disfrutar como un enano en el descenso. En definitiva, mucho mejor.

Cuando  comienzas a disfrutar (como los masocas, con sufrimiento) ya lo ves de otra forma y te vas planteando nuevos retos. Así que ni corto ni perezoso me planteé que esta semana iba a llegar al Pagasarri. Hasta el Gangoiti lo tenía controlado y desde ese punto hasta el objetivo hay dos opciones: la primera tirar por el camino directo y conocido por haberlo hecho andando muchas veces, 1.6 km con unos 200 metros de desnivel, y la segunda que consiste en coger el camino que enlaza con el que sube desde Alonsotegi hasta la antena del Ganeta y bajar al Paga, unos 4 km con 220 de desnivel para luego bajar 20 m. Como la primera opción ya sabía que es dura opté por la segunda. Así que después del Gangoiti tiro hacia la derecha por un camino que resulta tendido y no especialmente duro hasta que… mierda, hasta que llegas al que sube de Alonsotegi. Ahí hay (¡Ay!) cuatro “peazo” repechos de pendiente exagerada para mis piernas, en algún sitio tiene que coger los 200 y pico metros de desnivel, así que pie a tierra y piano-piano (que se va lontano) voy ascendiendo y llego a la antena del Ganeta, que si Internet no engaña tiene 689 msnm, y después de 300 metros de bajada a las campas del Paga. Bien por mi.


Me saco las fotos de rigor, para que en casa me crean, y me lanzo como un rayo hacia debajo por el camino habitual de subida. Se me quedan fríos hasta los pies bajando y agarrotadas las manos de apretar las manetas de mis viejos cantilever, que no son precisamente eficaces, pero en un cuarto de hora recorro los 6,5 km  (y -615 de desnivel) de bajada continua hasta mi casa, a la que llego con las piernas reventadas y el ánimo alto, después de 21 km y 2 horas y cuarto (de las cuales casi 2 subiendo) pedaleando.

Os iré contando más "hazañas" según las vaya realizando (esta la he hecho por que no sabía que era imposible..., ejem, ejem). Os dejo el mapa de la ruta por si alguien se anima y una foto sacada hacia la ría y el mar desde la subida al Ganeta. 


   

viernes, 6 de septiembre de 2013

X, Y, Z. (No os creáis DIOS)

Como muchos sabréis (y si no lo sabéis os lo digo yo) Douglas McGregor en su obra “El lado humano de las organizaciones” (1960) definió dos estilos antagónicos de la función directiva o administrativa: la Teoría X, tradicional, unidireccional, jerárquica y absolutista y, en por el lado contrario, la Teoría Y, moderna, bidireccional, lineal y participativa. Más tarde el estadounidense de origen japonés William Ouchi describe una nueva teoría al analizar las organizaciones japonesas, la Teoría Z.

La Teoría X, como concepción tradicional de la administración considera a los trabajadores indolentes, perezosos, sin ambición, que prefieren ser dirigidos con mano férrea, sentirse dependientes en su trabajo, que evitan los cambios y sus objetivos son contrarios a los de la organización. Su dependencia hace que sean incapaces de autoresponsabilizarse y autogestionarse y, por ello el salario debe usarse como recompensa o castigo para los buenos o malos trabajadores. (¿No os suena de nada?)

Por el contrario la Teoría Y se basa en concepciones más modernas de la Teoría del Comportamiento. Considera que el trabajo no necesariamente es considerado como un castigo sino que puede ser satisfactorio y, además, una forma de realización, que el esfuerzo que requiere un trabajo es tan natural como jugar o descansar, que las personas no tienen porque ser contrarias a los objetivos de la organización, que son capaces de asumir responsabilidades no solo impuestas sino también buscadas, que tienen capacidad para la autogestión y el autocontrol. (Casi nada, ¿eh?)

Para finalizar vamos con la Teoría Z. La confianza es una de las piedras angulares de esta teoría. Se propone la mejora continua haciendo partícipes a los trabajadores de los procesos (ya que esto les ayudará a considerarse importantes y a sentirse como parte integrante de la empresa), puesto que son los empleados los que mejor conocen su trabajo, y son muchas cabezas pensando en cómo mejorar “su” empresa. Se trata en definitiva de valorar adecuadamente a los trabajadores y su aportación, estimular la comunicación, el respeto y la relación a largo plazo. En definitiva, el trabajo para toda la vida. (Muy bonito pero trabajan como chinos, o mejor, como japoneses).

Bueno pues hoy, en 2013, todavía hay muchas organizaciones que asumen el modelo propuesto en la Teoría X y sus directivos/dirigentes están convencidos de ser Dios y en su infalibilidad. Claro que la mayoría ni siquiera ha leído a Mortadelo y Filemón como para haber leído a McGregor o a Ouchi.

Para terminar os voy a dejar un consejo que no solo es útil en las relaciones laborales: (Escuchad-delegad), (escuchad-confiad), (escuchad-apoyad), (escuchad-controlad), (escuchad-corregid) y volved al principio.

Si consideras a tus subordinados, tontos, vagos, dependientes, incapaces de autogestionarse y de asumir responsabilidades y piensas que son tus enemigos, con el tiempo tendrás subordinados tontos, vagos, dependientes, incapaces de autogestionarse y hasta de atarse los zapatos. Además andaté con mucho ojo porque seguro que están dispuestos a pasarte a cuchillo o a atropellarte con el coche.  

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Todos trankis, que ya ha llegado el “fúmbol”

Como ocurre cada año ha llegado la hora del fútbol y ello provoca estados de amnesia y relajación entre nosotros. Las “importantísimas” noticias con las que los medios de información nos bombardean provocan en la mayoría de nosotros un cambio de ciclo hormonal que nos convierte en idiotas de remate (remate de cabeza, of course).

Así, por medio de este desarreglo, pasamos a descargar nuestra adrenalina porque al “pobre” de Casillas de dejan en el banquillo (y no le permiten desarrollar sus numerosos talentos en su puesto de trabajo), nos compadecemos del “pobre” Messi al que Hacienda (que son unos cabrones, sin duda alguna) ha metido mano al bolsillo y vamos a comprar los últimos calzoncillos que lleva Cristiano Ronaldo que, como se ve en las fotos del modelo, va a realzar nuestro paquete y vamos a ser mas guapos, altos y ricos en el espejo (y más tontos, lo cual no es un consuelo).

Al comprar el periódico lo abrimos directamente por las páginas de deportes y nos enteramos del fichaje de Bale (100 millones de euros), Neymar (60), Ozil (50), Isco, Ilarramendi, Kaka, Llorente, Soldado, Negredo y no se cuantos más. Discutimos acaloradamente que si 50 millones es poco por tal jugador, que si a fulanito no lo quieren vender por menos de 40 o que el sueldo de 12, 8 o 5 millonacos de menganito es poco y que puede ganar más en la “Premier”.

Estamos totalmente informados de la hora a la que juega nuestro equipo (y como nos jode que sea el domingo a las 12, que solo lo ven los chinos), de los programas “deportivos del corazón” como Tiki-Taka o Punto Pelota. Las palabras de Roberto Gómez, las de De La Morena, las de Pedrerol y las de todos los secuaces que aparecen en esos maravillosos programas de “información” futbolística sustituyen a la Biblia y al Nuevo Testamento y se convierten en la Verdad revelada por Dios al hombre.

Ese cambio de ciclo hormonal provoca en nuestros cuerpos y mentes una amnesia total que manda al cajón del olvido que este mes hay 31 parados menos en Ejpaña (confirmando de forma contundente, clara y meridiana el anunciado cambio de tendencia), que Páez (exgerente del PP) confirma ante el juez que cobro 12.000 euros en dinero negro, que Mariano nos la metió cruzada en agosto con aquellas famosas explicaciones en las que no dijo ni mú, que en Andalucía nos han robado una millonada y que el máximo responsable político de la Junta dimite y deja paso a otros nuevos para que no le “enmarronen” y que ahora, en septiembre, llega la cuesta de enero con la vuelta al “cole”, como dicen en el Corte Ingles, y hay que pagar libros, uniformes, material, transportes, comedores, actividades extraescolares y otros derivados, que van a dejar inmaculados nuestros ya limpios bolsillos .

Vamos, que como cada año, nos han metido un gol. Como cada año, de penalti injusto. Como cada año, por toda la escuadra.


¡Y NOSOTROS LLAMANDO CIEGO AL ARBITRO!