A propósito del tan traído y
llevado últimamente tema de las becas, vaya lío ha montado el Señor Ministro. Que
si un 6,5 para tener derecho a beca, que si con un 5 ya vale, que si aprobar
todos los créditos para mantenerla, que si patatín y que si patatán. Hombre,
Sr. Ministro, cada vez que habla sube el pan. Hay, bajo mi humilde punto de
vista, varios tipos de becas y hablar de BECAS, en general y con mayúsculas tiene
sus problemas y genera alarmas sociales porque aquí, en contra de lo que se
dice, estudiar no resulta barato.
De una parte esta el dinero
destinado por todos (porque los presupuestos generales del estado y de las
diferentes administraciones son nuestros dineros) a la educación pública en sus
diferentes niveles y que ustedes gestionan (vamos, malgastan). Si hasta la ESO
es obligatoria (como su nombre indica) no veo porque el Estado no hace que sea
realmente obligatoria y gratuita completamente. A escote entre todos y, aunque nos
salga más caro, totalmente pública. Escuelas e Institutos públicos para todos
(pero todos, todos). Desaparición de los conciertos y subvenciones a la Enseñanza Privada
en esta etapa, desaparición de las clases de Religión (cualquier religión) de
la enseñanza y del currículo. Y luego el que quiera y pueda que envíe a sus
hijos a clases de chino mandarín, oboe, danza clásica o macramé.
Por otra parte esta el montante
que los sufridos padres y madres dedicamos a la educación de nuestros vástagos que,
Señor Ministro, le aseguro que no es poco. Libros, material, extraescolares,
refuerzos, viajes, comedores y otros gastos variados que, como siempre ha sido
así a pesar de que dicen que la enseñanza es gratuita, las familias pagamos
religiosamente (leches, siempre la religión).
En definitiva, seguro que la
educación y la enseñanza nos cuestan una cantidad ingente de dinero. No sé si
es suficiente, en caso de no serlo debiéramos dedicar más sin ningún genero de duda,
pero su deber es dirigir, gestionar y controlar la ingente cantidad de pasta
que pasa por sus manos y hacer que nuestro sistema educativo sea rentable.
Desde el pleistoceno todavía no hemos tenido un gobierno que consiga este
objetivo. Ahora somos rentables para los demás países que reciben con los
brazos abiertos a nuestros estudiantes preparados para “su” cadena productiva
sin haberles costado un céntimo.
¡Ay, (suspiro) las becas! Pues de
todo, como en botica. Las de acceso a los estudios o las de desplazados, que
tienen como misión que personas con escasa capacidad económica puedan
desarrollar sus estudios y sus capacidades no sean desperdiciadas, suponen, a
mi entender, una inversión que la sociedad, y en mayor medida la nuestra que ve
reiteradamente como personal altamente cualificado coge las de Villadiego, debe
realizar. Cueste lo que cueste. Debe legislarse con pena de cárcel para aquel
dirigente que permita que gente con alta capacidad y talento no pueda estudiar
por asuntos crematísticos. No puedo comprender la objetividad de que la nota
sea 5, o 6,5, o 9,88. Si ustedes no quieren conceder becas abaraten las
matriculas, los colegios universitarios, los transportes para universitarios,
los libros y el material necesario y los masters o postgrados. Y si, no todo
van a ser palos, después de brindar todos estos recursos el estudiante no los
aprovecha, echenlo sin miramientos que esta malgastando NUESTROS recursos.
También creo que debe
incentivarse a aquellos alumnos excelentes, sin duda. Quizá no sea lo más lógico
dotarles tanto con dinero como posibilitando su acceso a las mejores escuelas o
universidades del mundo. A nuestra costa, si señor. Que hay un alumno diez, con
capacidad, talento y sacrificio, y quiere estudiar en Harvard pues nosotros,
todos nosotros, a través del sistema de becas, debe posibilitarlo. Pagando
todo, absolutamente todo, no como ahora que se les beca con una cantidad de
dinero tan irrisoria que su familia debe apretarse el cinto hasta cortarse la
respiración.
Así que antes que tocar las becas
de los estudiantes, Sr. Ministro Wert, creo que hay cosas más importantes que
tocar como la calidad de la enseñanza, las comisiones que su partido (y el
otro, y el otro, y el otro y el de más allá) ha trinchado y repartido (eso si
que son becas, sr. Wert), las becas que reciben sus señorías por desplazamiento
y vivienda en la capital y las del GINTONIC entre otras.
Fijese que hasta un fulano con un 6,4 de media dirigió nuestro gobierno
durante dos legislaturas (aquellos barros trajeron estos lodos) y que a usted, Sr. Ministro, con una valoración
de 1,2 (muy deficiente), “el plasma” de Rajoy todavía no le ha echado a la puta
calle.